15 mayo, 2013

ENTRENO EN CAN COLL COLLSEROLA


Girl : Nati Aler 

Gran entreno en la tarde de ayer, y es que cuando una cree que ya ha vivido todas las situaciones posibles, se da cuenta de lo gran equivocada que está. 


Hace unos meses ya expliqué que había salido a correr por la Diagonal lloviendo, por culpa de un impermeable (sí, aquel sin capucha porque "para correr no hace falta", o eso es lo que me vendieron en la tienda).

 La experiencia me gustó, pero lo recuerdo más por el "valor" de salir lloviendo que no por la lluvia en sí ya que no noté gran diferencia. Eso es lo que pensé entonces pero para nada me imaginaba que meses más tarde iba a salir a correr de nuevo lloviendo, pero esta vez sí que iba a notar la diferencia: correr por montaña y diluviando.

Y es que ayer miércoles habíamos quedado unos cuantos para correr por Collserola. La semana anterior ya habíamos salido por allí aprovechando que los días son más largos y había sido un éxito (lo digo yo que fui la más perjudicada por mi falta de preparación), así que decidimos repetir este miércoles. Las condiciones un poco diferentes, ayer llovía. 


Por la tarde antes de encontrarnos ya nos enviamos algunos mensajes para confirmar que el evento seguía adelante (quizá con esperanzas de lo contrario) pero como el "anfitrión" decía que sí, nadie dimos nuestro brazo a torcer, porque otra cosa que caracteriza al grupo es la tozudez (una vez en el coche todos confesábamos que habíamos tenido esperanzas en que dejara de llover o de recibir un mensaje anulando el evento).


Y llegamos a Can Coll. Una vez llegó la última integrante del grupo debían ser las 19.00 que los "6 valientes" (o chalados como comentamos varias veces durante el entreno) estábamos dispuestos a empezar el entreno. Por suerte para mí esta vez escogieron un camino sin muchas subidas o debiera de decir "subidas con mucha pendiente" ya que si tenemos en cuenta de que hablamos de Collserola, las subidas siempre forman parte de sus caminos, igual que las bajadas. 


Durante todo el recorrido nos llovió y todos, da igual lo más o menos equipados que fuéramos, nos mojamos igual. Al principio la lluvia era más suave y aunque el suelo estaba bastante embarrado, intentaba evitar los charcos en la medida de lo posible. Pero cuando llevábamos poco más de la mitad del recorrido empezó el diluvio (sí, ese que obligó a Noé a construir su arca) y entonces ya no hubo charcos que evitar y sólo cabía una posibilidad, meterse de lleno en ellos. Así que corriendo por las trialeras últimas, mojada ya hasta los huesos, con moquillo continuo y con los pies como balsas (tenía tanta agua en las bambas que parecía que se me saliera por el tobillo) pasé los momentos más divertidos de todo el recorrido. 


Pero lo mejor sin duda de la tarde es que cuando nos despedimos lo hicimos con una sonrisa, contentos y satisfechos con el entreno y volviendo a quedar para el próximo miércoles sabiendo ahora por experiencia que ni la lluvia nos puede parar. 


Gracias a todos por el buen tiempo pasado: Rafa Montoliu "el boss", Angel "Ultraman", Sabrina Carla Kacheroff "la inagotable", El del Ático"gentleman 100%" y especialmente a Mesé Garrido Almiñana "mi incondicional", que ayer no tenía un buen día y esperamos no haberlo rematado ;) (Janis nos hizo de liebre).